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Tag Archives: Colombiano

Carlos Mauricio Povedo Ortega, vinculado con la organización de los hermanos Beltrán Leyva era muy ‘bondadoso’ con quienes le atendían en su rancho ubicado en este municipio y donde tenía más de mil cabezas de ganado y animales exóticos.
De acuerdo con testimonios de vecinos de la comunidad de Galindo, donde se ubica el rancho La Muralla, en el lugar había fiesta cada vez que el colombiano llegaba.

El rancho «La Muralla» adquirido presuntamente por el colombiano hace poco más de un año, rápidamente fue transformado con la construcción de infraestructura necesaria para la engorda de alrededor de mil cabezas de ganado que llegó a tener, hasta antes de que la SIEDO lo incautara

Además, la finca que fue propiedad de Hugo Olvera Villafaña, conocido como Juan Cañedo, dedicado en ese entonces a la crianza de caballos, cuenta con un moderno helipuerto, en donde cada fin de semana aterrizaba el helicóptero de Mauricio, según narran los pobladores.

Uno de los gustos del colombiano eran los animales exóticos, ya que en la propiedad todavía se encuentran jirafas, cebras, venados cola blanca, búfalos, avestruces, pavorreales, pero los habitantes de la zona refieren que también había leones y tigres.

Para nadie de las personas consultadas era desconocido que apenas hace unos días el rancho fue intervenido por las SIEDO, ya que se dijo que se llevo a cabo un fuerte movimiento policíaco.

«Primero (sobrevolaron la zona) helicópteros del Ejército y luego llegaron los de la PGR y ya no dejaron que nadie se acercara», relató uno de los vecinos.

La gente recuerda los lujos que llegaron al rancho desde que fue adquirido por el colombiano, ya que refieren que desde que el «jefe» llegaba, los más de 100 trabajadores con los que contaba, se encargaban de atenderlo de la mejor manera.

«Es que, dicen que el señor era muy bondadoso. Las propinas eran en dólares», recuerdan.

Y es que dicen que desde el momento de su aterrizaje en el helipuerto, un carrito de golf se acerba para trasladarlo de inmediato, junto con sus acompañantes, hasta la finca, donde era recibido con mariachis y grandes lujos que eran parte de las fiestas que adentro se organizaban.

«El rancho cambio en todito desde que fue vendido, contrataron muchos trabajadores que trabajaron en la remodelación, le pusieron pasto, trajeron animales raros y colocaron la luz alrededor», indicaron.

Asimismo, mencionaron que hace unos días fueron sacados del rancho todos los animales de engorda y se les giró instrucciones a los casi 100 trabajadores que prestaban su servicio, que abandonaran el lugar.

«El movimiento comenzó aquí cuando detuvieron a los colombianos (en el Desierto de los Leones), desde entonces comenzaron a hacer movimiento, el rancho debe tener conexión con aquel asunto», comentaron.

«Cuando Cañedo vendió y se oía que lo había comprado un colombiano, la transformación del rancho comenzó y fueron contratados trabajadores de acá, llegaron albañiles, caballerangos, herreros que se encargaban de la construcción de la infraestructura y del cuidado del ganado de engorda», concluyeron.

De acuerdo con los vecinos Povedo Ortega, se dedicaba a la compra-venta de equinos y otro tipo de animales exóticos.

La Policía Federal logró la captura del principal proveedor colombiano de cocaína del cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
Ever Villafañe Martínez, también conocido como Antonio Espinoza Tovali y con los alias de «Juancho», «Granito» o «Samy», era buscado por la Interpol luego de que se fugó en 2001 de una prisión de máxima seguridad en Colombia.

Villafañe Martínez fue detenido el pasado miércoles por elementos de la Policía Federal en la capital mexicana.

Según la Secretaría de Seguridad Pública Federal Villafañe Martínez es el «encargado de coordinar los envíos de droga procedentes de Colombia con destino a México, así como de adquirir propiedades para la organización de Arturo Beltrán Leyva, alias, El Barbas».

El detenido es buscado por las autoridades de Colombia por fugarse de la Cárcel de Máxima Seguridad de Itaguí, Antioquia. Dependiente de la Fiscalía General e la Nación de Colombia, el 2 de mayo de 2001

Villafañe se fugó del penal luego de que fue enterado de que se había concedido su extradición a los Estados Unidos. Washington lo solicitó para ser juzgado por los cargos de poseer y distribuir cocaína.

Tras su fuga se fincaron cargos contra contra 16 funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario, INPEC, al parecer, involucrados en la evasión del capo.

Villafañe Martínez, de 53 años años, fue capturado por las autoriades colombianas el 14 de octubre de 1999 en la redada internacional conocida como «Milenio» y se encontraba en el Patio 1 del citado centro carcelario.

Cuando los grandes capos de las drogas como Pablo Escobar y los hermanos Rodríguez Orejuela cayeron en desgracia las autoriades de Colombia aseguraban que gran parte del negocio mundial de las drogas estaba en manos de un grupo de capos conocidos como «los siete magníficos»: Diego Montoya Sánchez; Don Diego; Ever Villafañe Martínez; los hermanos Mejía Múnera; David Vélez Cárdenas; Carlos Alberto Flores Henao; Paulo Andrés Hoyos Herrera y el jefe paramilitar Carlos Castaño.

La Policía Federal logró la captura de Ever Villafañe Martínez, principal proveedor colombiano de cocaína del cartel de los hermanos Beltrán Leyva.

De acuerdo con funcionarios federales, Villafañe Martínez «es el equivalente a (Joaquín) El Chapo Guzmán».

Informaron que fue detenido en una serie de operativos que se desarrollaron en Morelos y el Distrito Federal.

Villafañe Martínez era buscado por las autoridades de Colombia por fugarse de la Cárcel de Máxima Seguridad de Itaguí, Antioquia. Dependiente de la Fiscalía General e la Nación de Colombia, el 2 de mayo de 2001.

Villafañe se fugó del penal luego de que fue enterado de que se había concedido su extradición a los Estados Unidos. Washington lo solicitó para ser juzgado por los cargos de poseer y distribuir cocaína.

Tras su fuga se fincaron cargos contra contra 16 funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario, INPEC, al parecer, involucrados en la evasión del capo.

La Policía Federal decomisó 2 millones 80 mil dólares en la Aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) dentro de cajas de equipo de calefacción, informó este miércoles la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

De acuerdo a la dependencia, la divisa estadunidense iba a ser enviada a Cali, Colombia, en el vuelo 132 de una aerolínea comercial.

El aseguramiento se realizó cuando agentes federales inspeccionaban cargamentos en el área de aduanas con rayos gama.

Durante la revisión detectaron que 80 cajas con calentadores tenían rollos de billetes que sumaron los más de dos millones de dólares.

El operativo se realizó en coordinación con personal de la Administración General de Aduanas y de la Procuraduría General de la República (PGR), ante la cual quedaron a disposición para continuar con las investigaciones, indicó la SSP en un comunicado.

La Secretaría de Marina interceptó ayer un semisumergible con cuatro toneladas de cocaína, a 200 kilómetros al sur del Puerto de Salina Cruz.

Aunque la Marina se refiere a él como submarino, expertos los consideran un semisumergible muy usado por los narcos colombianos, capaz de transportar hasta 10 toneladas de droga, y que al trasladarse apenas abajo de la superficie resulta indectectable para los radares.

Las autoridades detuvieron a los cuatro tripulantes, todos colombianos, quienes aseguraron que fueron amenazados con matar a sus familias si no llevaban el aparato.

Cuestionados tras su detención, alegaron no haberse dado cuenta en dónde estaban.

«Navegamos siete días, somos de Buenaventura, Colombia, pero no nos dimos cuenta dónde estábamos, ni quién nos llevó.

«Cuando nosotros llegamos al aparto ya estaba todo, todo, todo… nosotros nunca cargamos, recibimos el aparato con el motor prendido, nos entregaron la embarcación sellada», dijo José Félix Cuero Enríquez, de 59 años.

Otro de los detenidos, de nombre Rafael Jiménez Biojo, de 58 años, dijo que fueron raptados y llevados a un monte, donde les entregaron el submarino.

«Nosotros fuimos raptados, nos llevaron a un monte, nos entregaron ese aparato y nos dijeron que teníamos que ir obligados a llevar ese aparato hasta donde nos mandaron», dijo.

Sostuvo que ellos no saben quién es el dueño del submarino y que éste se maneja por medio de un navegador satelital.

«Cuando nos interceptó la Marina como a las dos de la tarde, no opusimos resistencia porque nosotros allá fuimos raptados; lo que pasa es que nosotros fuimos amenazados allá en Colombia, si no traíamos ese aparato, igual lo iban a chimbiar (matar) la familia», narró.

Sobre quiénes los obligaron, dijo que no sabía si fueron las FARC, porque a ellos los sacaron de su casa.

«No sabemos si fue las FARC, fue la guerrilla, allá nos sacaron de la casa, nosotros nos sacaron de Buenaventura, pero sabemos que no salimos por ahí, porque nos mandaron al carro muy noqueados» abundó.

Dijo que las personas que los obligaron les dijeron que les iban a dar 500 dólares a cada uno y que la plata se las daría a su familia.

El semisumergible, al que la Marina se refirió como «minisubmarino», y los cuatro detenidos –además de los mencionados, Rodrigo Olaya Cuero, de 58 años, y Fabio Pineda Payán de 48–, serán trasladados en las próximas horas a las instalaciones de la 12 Zona Naval Militar.

Tradición

En el Puerto de Buenaventura, de donde son originarios los cuatro detenidos, sólo el año pasado el Ejército colombiano atrapó 13 semisumergibles con las mismas características y dimensiones al asegurado en Oaxaca.

Por su acceso al Pacífico, ese puerto es una de las rutas más transitadas para el narcotráfico que busca llegar a Estados Unidos.

En febrero de 2008, la cadena de televisión Aljazeera difundió un reportaje en torno al pueblo, que tiene una tasa de pobreza muy alta y cuya población vive en su mayoría con menos de 3 dólares al día, lo que convierte al narcotráfico en una opción de vida.

Alertan desde EU

El Comando Sur de Estados Unidos había advertido sobre el uso de «sumergibles» o «cápsulas» fabricadas con fibra de vidrio para transportar drogas a ese país, y que ya se han encontrado decenas en aguas internacionales.

«Son embarcaciones furtivas y parecidas a una cápsula, zarpan desde astilleros anidados en lo profundo de las junglas y ríos densos de la región de los Andes de América Latina», detalla el reporte fechado en 2006.